sangre de noche
oculta en tres rítmicos pasos.
Tres caminos que nada solucionan.
Vigías equívocos
trasnochan lunas condenadas
a cielos cubiertos de tierra.
Bajo la necia
necesidad de romper la brecha
que abraza la espinosa distancia
de la tela
del metal y el bronce
cuyo silencioso brillo
versa la oscuridad que esconde la
mirada.
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