miércoles, agosto 24, 2011

Primera parte

Si el día cruzara de lleno el horizonte, no lleno de penumbras ni agraciado con la oscuridad de la crudeza,
sino lleno de carne y suave vino
sino embotellado en sideral calor de los infiernos
Explotarían las nubes
destronando el reino de los cielos?
Lloraría el mar reflejado
como gotas fugaces
o, quizás, tenue y desesperado
como un pajarito que arranca del invierno?

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