Tus labios aún adornan
el recuerdo que llevo bajo la chaqueta.
La tinta aún mancha, indisoluble,
el dorso de nuestra fusión;
pero el papel nos muestra estáticos,
nuestras sombras, el blanco y el negro,
tu pelo siendo mar en la arena de mi piel.
No había forma,
armonizamos la asimetría,
hicimos visible el frío
vaporizando nuestro aliento,
fuego de esperanza,
nostalgia, a veces desgracia.
Nos devuelvo a mi bolsillo,
no será sino hasta el otro amanecer.
Mi corazón, barco sin puerto,
más náufrago que aventurero.
Los años se acumulan y la sabiduría se escurre.
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Hay un día nublado. Estoy en un día nublado. No sé cómo explicarles de
manera interesante lo mismo que a un montón de personas les pasa. "A pesar
de tener ...
Hace 6 años.